
Entre la riqueza de flora acuática destaca la espaldilla y uno de los pocos robledales de llanura que perviven en la Llanada. Entre la fauna, el humedal acoge una de las comunidades más completas de anfibios y reptiles de nuestra tierra, más de un centenar de escarabajos, visones, ciervos, etc. Y aves, que hacen de este paraje un lugar de paso en su ruta migratoria.
En sus cerca de 200 hectáreas el parque cuenta con 9 kilómetros de senderos balizados y, desde esta primavera, se halla abierto el Centro de Interpretación Ataria.
El complejo se yergue sobre las balsas de agua y en su interior se muestran los secretos de los animales que pueblan el humedal.
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