Antes de que la sierra de Aralar caiga sobre Ataun, la cima de Arastortzekogaña y los crestones calizos de Intzartzu frenan el empuje del macizo sobre el valle. Emprendemos la ascensión en el casco urbano de Ataun, tras el cementerio. Tras sucesivas revueltas, dejamos atrás el cementerio y varios caseríos hasta llegar a una bifurcación de la carretera, donde, a la derecha, se entra en un camino empredado en dirección a la cueva de Troskaeta. Renunciando a los ramales que bajan al arroyo cercano, seguimos por el carril central hasta una bifurcación.
Por el vial de la derecha remontamos unas duras cuestas en el interior de un pinar. El camino se transforma en sendero al mismo tiempo que la vegetación pasa del pino al matorral
Por las húmedas laderas del Arastortzekogaña la senda serpentea hasta el modesto collado de Errekarte, desde donde ya se otean las cotas más altas de Aralar.
El perfil quebrado de las peñas de Intzartzu contrasta con la claridad del cielo relevando el marcado precipicio al otro lado de la cresta.
Tras un breve llano afrontamos el último repecho entre hayas antes de salir a terreno despejado. En los límites de Ataun y Lazkao, sobre los caseríos Aralegi y Saletxe, encontramos el buzón y el vértice geodésico que señalan el punto más alto del cresterío.
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