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viernes, 11 de diciembre de 2009

Xoldokogaina, baño para el Pirineo

En Xoldokogaina, el Pirineo baña sus pies en el Atlántico aprovechando los finos arenales de Lapurdi. La primer acumbre del sector oriental de la cadena pirenaica muestra un carácter dócil y afable, asomando como un verde mirador sobre la costa labortana y la bahía de Txingudi.
El itinerario tiene su inicio en Biritau, justo en la otra orilla del Bidasoa, y coqueta población labortana que asoma desde su privilegiada terraza sobre los meandros del río.
Nos acercamos a la iglesia de San Martín y seguimos las marcas del GR 10. De hecho, se va a recorrer parte de la primera etapa del sendero pirenaico. Se sigue un estrecho vial asfaltado que comunica los dispersos caseríos que salpican la ladera hasta encontrar las señales de un aparcamiento.
Se deja aqui la carretera y se asciende por el bien señalizado sendero de nuestra derecha, que inicia una tenaz remontada, enfilando hacia un poste de tendido eléctrico. Casi a los pies de la torre, el camino se divide. Se deja el GR 10, que por la derecha flanquea la vertiente occidental camino del collado de Osinko Lepoa. Se prosigue la marcha a la izquierda hacia las primeras escarpaduras rocosas que rompen el suave cordal y pisamos la ladera opuesta. El sendero se abre paso entre los helechos asomando sobre los caseríos de Urruña y zigzaguea para encaramarse al cordal. Caminamos hacia el sur por el pasillo herboso que remonta sobre la loma hasta alcanzar la amplia meseta cimera, donde el pequeño buzón se mimetiza entre los asfódelos.
Una cumbre modesta en altura pero orgullosa en panorámicas sobre la costa Labortana que se extiende embaucadora entre los inmensos arenales de las Landas y la Bahía de Txingudi.

viernes, 6 de marzo de 2009

La belleza latente de Almandoz

Almandoz es conocido por la existencia de ondas roqueñas de caliza que dieron lugar a una de las explotaciones antaño más florecientes, relacionadas con el suelo de la cuenca del Bidasoa, como son las canteras de mármol que todavía subsisten y con el que se embellecieron algunos tramos del metro de Moscú y también, según se cuenta, el monumento a Cristóbal Colón en Barcelona.
Bajando al pueblo apreciamos como sus gentes ponen esmero en el cuidado y limpieza de casas y calles. Prueba de ello encontramos en la ornamentación realizada en la fachada de la Casa Etxatoa (a la izquierda del establecimiento hostelero) realizada por Fernando Aguerre, donde artesanía y arquitectura se hacen una.
En Almandoz se encuentra el Palacio Galtzaga, palacio cabo de armería del siglo XVIII, totalmente restaurado y convertido en la actualidad en establecimiento hostelero. También podemos visitar Jauregia. Palacio cabo de armería de nómina antigua. Posee un escudo siniestrado cuyo casco se orienta a la izquierda como símbolo heráldico de bastardía. La sencillez del escudo incita a pensar que se trata de un motivo de gran antigüedad. La iglesia parroquial de reciente construcción está dedicada a San Pedro.
Desde Almandoz, tomando la NA-1210, podemos acercarnos al alto de Belate. En todo el trayecto podremos disfrutar de un paisaje boscoso que frecuentemente acompañado de la niebla lo hace totalmente misterioso. En este alto tenemos las ruinas de lo que fue el Castillo de Belate. Escenario de importantes batallas, tras una de ellas en la que los guipuzcoanos partidarios del reino de Castilla se apoderaron en Belate de ocho sacres, dos cañones y dos culebrinas de las tropas francesas de Don Juan de Albret (destronado rey navarro) con las que habían bombardeado Pamplona, la reina Juana La Loca autorizó en 1513 a la Diputación de Guipúzcoa a poner en su escudo doce cañones, tal y como aparecen hoy en día.

lunes, 23 de febrero de 2009

Erratzu, entorno mitológico

En el pueblo de Erratzu, en el valle del Baztan, llegando por el barrio de Gorostapolo, a un kilómetro y medio del casco urbano y siguiendo durante cuarenta minutos un camino empedrado que baja al lado de la ermita de Nuestra Señora de los Dolores, encontramos rodeado por un frondoso bosque de hayas, robles, avellanos y castaños, una cascada preciosa de unos cuatro metros de alto llamada Xorroxin, nacedero del Río Baztan, que una vez abandona el territorio municipal de Baztan adopta el nombre de Río Bidasoa.
Podremos contemplar un bello espectáculo de la naturaleza, conservado en toda su integridad. Ligado a esta cascada se cuentan numerosas leyendas sobre las lamias.
También en Erratzu, en el barrio de Iñarbil, nos encontramos con Infernuko Zubia (puente del infierno), ligado a una leyenda según la cual fue el propio diablo el que se tiró de él cuando comprobó que nunca sería capaz de entender el euskera.

lunes, 2 de febrero de 2009

El puente de Reparazea, en Oieregi

Desde el Palacio de Bertiz, un coqueto camino discurre por la margen derecha del río Bidasoa hasta Oieregi a través del puente medieval de Reparazea o Erreparatzea. De tipología romana, destaca por su único y gran arco de medio punto y su diseño de lomo de dromedario. Pasado este puente, nos encontramos con el palacio de cabo de armería del mismo nombre.
Se trata de un histórico inmueble que se remonta al siglo XV. Su hostería acogió en los siglos XIX y XX a personalidades muy relevantes de la nobleza, como el rey Eduardo VII; y las artes, como Ramón María del Valle-Inclán, que aquí escribió su obra "La marquesa Rosalindo".
Tanto el puente como el palacio figuran en el Catálogo Monumental de Nafarroa y han sido objeto de numerosos estudios a lo largo de su existencia. El Gobierno navarro ha decidido declararlos bienes de interés cultural, por considerar que ambos son muy representativos de la arquitectura civil de la comarca.
Un motivo más para visitar el pequeño pueblo de Oieregi, cuyas casas muestran el escudo con la lamia que alisa su cabello con peine de oro.

miércoles, 21 de enero de 2009

Los miradores del Baztan

Baztan es un espacio rodeado de monatañas, no muy altas ni ariscas pero que ofrecen varios puntos estratégicos desde los que admirar el valle. Desde Irurita, siguiendo la carretera que lleva a Ziga, poco más arriba de Zuraurre, está el llamado Mirador de Baztan, que es como un balcón abierto al paisaje, a la naturaleza y a los pueblos del valle que jalonan sus tierras a derecha e izquierda del 'padre' Bidasoa.
Entre Elizondo y Elbete, se puede ascender a pie, en coche o quien se sienta con fuerzas, en bicicleta, al alto de Bagordi para disfrutar de una preciosa panorámica norte-este-sur. Desde Otsondo, en la divisoria de aguas Baztan-Xareta, se puede tomar a la derecha en dirección a Gorramendi y Gorramakil, para detenerse en cualquier rincón y divisar la práctica totalidad del valle, desde Amaiur que queda casi al pie, hasta Oronoz en la muga con Beztizarana y hasta más lejos. Y volviéndose a la otra vertiente, los valles y barrancos de Aritzakun y Urritzate y en días muy claros hasta la costa labortana. En ambos casos, una visión emocionante, grandiosa.
Otra opción muy aconsejable es la que ofrece la ascensión a Izpegi, con sus casi imposibles curvas, desde las que a lo largo de la subida se ofrecen igualmente panorámicas impresionantes. Y en la misma cima, mientras se disfruta de la brisa, el inmenso espacio que se abre a Behenafarroa.

jueves, 20 de noviembre de 2008

En el macizo más antiguo de Euskal Herria

Aiako Harria no es una montaña como las otras. Su inconfundible silueta siempre aparece asomar por alguno de los confines del horiznte. Desde siempre ha estado ahí. Los geólogos afirman que este macizo granítico es una de las primeras formaciones montañosas de Euskal Herria.
Su peculiar forma esconde tres cimas a las que se les denomina Irumugarrieta, Txurrumurru y Erroilbide. A lo largo de la historia se ha conocido el macizo con nombres como La Batallera o Tres Coronas. Hoy en día, esta montaña preside el Parque Natural de Aiako Harria, que se encuentra en las comarcas guipuzcoanas de Donostialdea, Oarsoaldea y Bidasoa, en los térmnos municipales de Irún, Oiartzun, Errenteria, Hernani y Donostia-San Sebastián.
La característica que más salta a la vista es la cantidad de valles, su profundidas y estrechez. Cuenta con laderas pendientes, barrancos y cascadas. La vegetación está muy repartida (hayas, robles, etc.).
En la montaña puede descubrirse algún bunker utilizado en la Guerra Civil, pero als construcciones que más destacan son las relacionadas con las minas de Arditurri, que le dan al paisaje un aspecto peculiar y se encuentran dispersas por Aiako Harria.

sábado, 13 de septiembre de 2008

La senda del hongo

De todos es sabido que si algo caracteriza a la Nafarroa atlántica es su carácter de tierra de setas y la senda del hongo, reclamo turístico que sirve para visitar el encantador pueblo de Elorriaga, y la disculpa para tomar el camino de erradura que muestra su notable patrimonio: caleros, dólmenes, palomeras, bordas y hermosas vistas de todo el valle de Malerreka.
Los robles acompañan el primer tramo del recorrido señalizado. La cuesta es empinada. Un calero restaurado da aire para hacer el primer descanso. Se toma la pista para, posteriormente, ascender por los más de 100 escalones realizados con las vigas de los raíles del tren Txikito, ferrocarril que recorría la margen izquierda del Bidasoa.
El esfuerzo tiene su recompensa en el mirador, hermoso balcón del pre-Pirineo sobre el valle de Malerreka. La cuesta llega a su fin en la cima de Bostorratz. Cerca de ella, en el collado de Mallen, se hallan algunos restos dolménicos. Se inicia el descenso por una senda sin pérdida para retornar al comienzo