miércoles, 23 de enero de 2008

Naturaleza con historia


Si algo caracteriza a Agurain, además de por ser cruce de caminos y villa de decisiva influencia, es el entorno envidiable con el que cuenta. Entre otros muchos, uno de los paseos más interesantes que ofrece es el que lleva a la sierra de Entzia y a los montes de Iturrieta por el puerto de Opakua.
Nada más comenzar la ascensión, se hace imprescindible hacer una parada en el dolmen de Sorginetxe. Descubierto en torno a 1890, se cree que fue utilizado hasta la Edad de Bronce como lugar de enterramientos. Se alza en un pequeño prado, en medio del valle, abierto al sol y a los vientos que con frecuencia lo recorren; sin duda alguna, el lugar que cualquiera elegiría para disfrutar de lo que venga después de la muerte.De nuevo en la subida a Opakua, se llega a Entzia, considerado el extremo este de la sierra de Urbasa. Se trata de un parzonería que comparten los pueblos de las cuadrillas de Agurain y Campezo. Son 6.000 hectáreas magníficas para pasear, en las que se pueden encontrar, entre bosques de hayas, inmensas campas como las de Legaire –excelente oportunidad para pasar el día en familia-, monumentos megalíticos, el menhir de Itaida o el cromlech de Mendiluze, cuevas y bordas de pastores.