lunes, 2 de junio de 2008

Ascensión a la Peña Lapoblación

Son muchas las denominaciones que tiene esta peña: el León Dormido, que es como la imaginación popular ve a esta cima; el Castillo, porque algunos historiadores sitúan en su cumbre una fortaleza romana, luego medieval y posterior carlista;... Sin embargo, si por algo destaca es por su espectacularidad. Separada de las sierras vecinas de Toloño y Kodes, atesora rincones de extremada belleza y fuerza.
La calle Herrerías del pueblo navarro de Lapoblación es la referencia para partir. Por la izquierda de la iglesia gótica, la pista asciende lentamente saliendo del pueblo. Poco a poco va 'girando' entorno al "León", entrando en un bello bosque de hayas. Cuando se sale otra vez a zona despejada, en la zona llamada El Pantío, se debe de estar atento, ya que una senda nace perpendicular por la derecha para entrar en un espléndido hayedo. La senda gira a la izquierda ganado altura, para acercarse a la roca caliza forzando un camino que asciende en zig-zag de forma aérea entre roca y precipio, donde hay que tener suma precaución con los más pequeños. Un paso en roca hay que atravesarlo asidos a un cable, que hace de pasamanos. La ascensión es bastante espectacular y desafía a las últimas pendientes por un pasillo donde la roca hace de barandilla.
Arriba se sale a un sendero que alcanza por la derecha la cumbre de imponentes vistas. Se desciende el caminito por donde se ha llegado, esta vez a la derecha. El sendero sin pérdida posible va trazando sus curvas hasta alcanzar el pueblo de Lapoblación.