En esta ocasión, las consecuencias no fueron de la magnitud de las de agosto de 1983, pero en diversas zonas del municipio, los problemas fueron especialmente significativos: bajos, garajes y zonas bajas anegadas. Y es que el desbordamiento del río Nervión anegó una veintena de garajes del barrio de Ariz, dañando algunos coches y provocando la aparición de importantes bolsas de agua en algunas empresas. Incluso la residencia de ancianos Bidebieta fue desalojada por su proximidad al cauce.
El Ayuntamiento ha habilitado desde ayer lunes una oficina informativa para facilitar la tramitación de ayudas.
El río, a su paso por Basauri, presentaba ayer un caudal elevado, aunque a lo largo del día disminuyó el mismo, lo que trajo consigo momentos de tranquilidad para la población.