miércoles, 4 de junio de 2008

Laguna de Pitillas, paraíso acuático

La laguna de Pitillas constituye un paraíso de patos y aves acuáticas. Se trata de un embalse natural que fue desecado a mediados de los 60 para dedicarlo a tierras de cultivo. Con posterioridad, se dejó que evolucionara de forma natural hasta volver a ser laguna. Un dique mantiene el nivel del agua desde el siglo XVI. Se trata de un paseo familiar de gran belleza.
Partiendo del aparcamiento de acceso, la primera visita será acudir al observatorio desde donde se puede contemplar una panorámica de toda la laguna. Desde este lugar se accede a un segundo y escondido observatorio donde se puede apreciar una parte de la bahía derecha (este) a unos 450 metros.
Con posterioridad, las indicaciones proponen dos senderos señalizados. El primer recorrido realiza un pequeño bucle de un kilómetro que comienza en el antiguo chamizo de sillería de la represa, que se construyó para canalizar y controlar el nivel de las aguas cuando en el siglo XVI la laguna era propiedad de los reyes navarros y servía para controlar los riegos. El camino contornea brevemente la laguna para volver por un sendero que cruza un pequeño humedal.
El segundo, algo más largo y llamado el Camino de Aguas, aborda los barrancos que abastecen a la laguna realizando un bucle de 5 kilómetros.
Esta gran charca ha sido declarada reserva natural y Humedal de Importancia Internacional por ser lugar estratégico para la emigración de las aves, que se esconden y nidifican tras los carrizos.