miércoles, 1 de octubre de 2008

La ruta de las endrinas

Muchos son los sabores que el otoño guarda y Álava, un territorio agraciado con una gran biodiversidad y beneficiado por sus bosques, nos inunda con muchos de ellos. De todos estos manjares naturales, las endrinas ganan protagonismo en el parque de Valderejo y su área de influencia.
Se parte de Astulez, una aldea rodeada de montañas y abierta al valle de Tomecillo, donde conviven, además de su historia, una iglesia románica y un castillo. El paseo se inicia junto a la fuente abrevadero -que hace las veces también de lavadero- donde se puede aparcar. Tras ascender unos metros, se emboca la calle real y se sigue el camino hacia Mioma, Valpuesta y el castillo.
El camino va tomando altura mientras a la izquierda del mismo se deja el barranco de un río que baja seco y un bosque seco de quejigos, robles, fresnos arces y pinos. Al poco de andar, el sendero se bifurca: de frente hacia Mioma y a la derecha hacia el castillo, sólo accesible por la zona sur.
A los pies del excursionista se abre el valle y la carretera del Señorío que une Bilbao con Pancorbo por Orduña. También se ven los pueblos de Osma, Fresneda y Cárcamo y la sierra de Arkamo.
Después de descansar se puede bajar hacia Astulez. El trayecto completo no supera los 45 minutos, más el tiempo dedicado a la recolecta de las endrinas y las moras, que también se ofrecen en esta época.