El valle de Sorogain se esconde, olvidado del munto, tras los pliegues de la cima herbosa del Adi, en la muga con dos de los parajes más emblemáticos del Pirineo vasco: Kintoa y Orreaga.
Sus caminos, frecuentados otrora por contrabandistas y pastores, sirven hoy como lugar de esparcimiento y como campamento base para numerosas excursiones.
Regado por el río Sorogain, el bucólico paraje es protegido por un imponente hayedo. Refugio de gamos, ciervos y jabalíes, el hayedo de Odia ha sido declarado Enclave Natural Protegido por el gobierno de Navarra.
Todo el valle es un excelente paraje para practicar cicloturismo, la bici de montaña y el senderismo. Resulta, asimismo, muy interesante subir al Adi desde esta vertiente.