domingo, 9 de noviembre de 2008

La senda de las coladas

Abiertos espacios cubiertos de arbolado, paseos y bidegorris dan la bienvenida a la ruta de las coladas. Se encuentra en el Parque de Olarizu, lugar muy frecuentado por los vitorianos que forma parte del “anillo verde” que rodea Vitoria-Gasteiz. El entorno se completa con el de las Huertas de Olarizu y la propia Casa de la Dehesa, donde se localiza el centro de estudios y que una vez al año sirve de partida para la romería y revisión de los mojones del municipio.
La senda de las coladas se eleva hasta el puerto de la peña Betoño. Nada más partir, es preciso abandonar la senda que asciende al monte Olarizu. La senda se encuentra balizada con las marcas habituales de pequeño recorrido, lo que facilita su realización.
Entre campos de labranza se alcanza la localidad de Mendiola, donde por unos metros se comparte el trazado con el GR-25, perteneciente a la vuelta a la Llanada. Dejando el asfalto, llega el disfrute de una zona de montaña que transcurre por una senda arbolada de gran belleza. Avellanos, espinos y pequeños robles forman un seto que protege y aloja a diferentes especies de aves, como los faisanes.
Metros más arriba, llama la atención un bosque de pinos de cortezas rojizas y agujas verdes oscuras. La senda se ha introducido en el bosque y el campo de visión se ha reducido. Rodean al caminante las majestuosas hayas, que guardan con celo la calzada medieval.
Terminada la calzada, el sendero aumenta de inclinación. Hay que salvar la pendiente mediante diversos zig-zags que se encuentran en la ladera de la montaña. Los metros finales son más suaves y llegan al límite con Treviño.