miércoles, 4 de marzo de 2009

Ventoso, cordales prehistóricos en Enkarterriak

Una importante alineación de monumentos prehistóricos se sitúa en la cadena de pequeñas montañas que se alargan en paralelo a la costa hacia Cantabria. En el pico Ventoso (731) se pueden ver algunos de los mejor conservados siguiendo un camino de fácil recorrido y que combina paisajes mineros y praderas de alto valor natural.
El cordal de Bentoio-Ventoso conforma una estación megalítica a la que se puede acceder en agradable excursión caminando tres kilómetros desde el barrio de Gordón. Una amena excursión que permitirá contemplar túmulos, crómlech, dólmenes y menhires expuestos a los vientos de la costa cantábrica.
Desde el centro de Turtzios una empinada carretera lleva hasta este alto barrio. Desde su iglesia contemplaremos una de las mejores vistas de Turtzios, encajado en el valle que rematan los roquedos de Jorrios. Y arriba, también los mismos caseríos de Gordón se encontrarán envueltos entre rocas calizas, como su ermita de la Trinidad, que es un excelente mirador. Al fondo del barrio arranca una pista con pavimento de hormigón y luego de tierra que es la que ha de seguirse para llegar hasta los cordales de Ventoso.
Sin pérdida, el sendero lleva faldeando el Betaio hasta el amplio collado de La Herrera, donde se encuentra una cabaña. Allí está el cordal y basta seguirlo para encontrarse con los monumentos megalíticos. En orden, identificados por señales, se pueden seguir en el camino hasta la cumbre del pico Ventoso. A la derecha del collado se levanta, muy cerca, el Betaio. Por estas alturas la historia se asocia a los paisajes inmensos.

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