Santa Columba de Errotaetxe

En uno de los rincones más desconocidos de Getxo, en el viejo camino de Martiartu, se encuentra una pequeña ermita. Se yergue en una loma a mano derecha del camino, en tierras del caserío Errotaetxe.

Se desconoce cuándo fue construida. Aunque sí que fue remodelada en el siglo XVII. Cuenta la leyenda que la ermita se construyó encima de un manantial; manantial al que acudían los antiguos getxoztarras en caso de sequía.

En aquel lugar aparecía una extraña y poderosa señora que cuando llamaba a las palomas, hacía brotar agua de la tierra. Este manatial debió ser muy importante para la gente que vivçia en contacto con la naturaleza, puesto que hasta la década de los sesenta del pasado siglo los habitantes de Getxo fueron en procesión hasta la ermita de Santa Columba, siempre que el cielo negaba el agua a sus campos.

Pero la ermita llegó después del manantial. Un rico hombre de Getxo quiso construir una ermita en la cumbre del monte Kantergane, mojón entre Leioa y Getxo. Pero lo construído por el día desaparecía misteriosamente por la noche. Y los materiales aparecían en donde estaba el manatial.

Al final, viendo el rico hombre la terquedad de aquellos extraños 'movimientos' decidió construir la ermita allí donde aparecían las piedras todas las mañanas; allí donde hoy se ubica.