Situada a 600 metros de altura, Gerendain se agarra a las faldas de la Sierra de Alaitz en la parte alta del valle de Elortz. La entrada de la aldea queda enmarcada por un portal tallado en madera que da la bienvenida a sus dominios, como su de un enorme rancho del 'Lejano Oeste' se tratara. Paseando por su empinadas calles, sorprende el equilibrio de su conjunto, formado por un puñado de cuidadas viviendas que se recogen en torno al palacio y a la pequeña parroquia de San Juan Bautista.
Se inicia la ascensión en la parte alta de la aldea, junto a un cartel de madera labrado con el escudo de la localidad. La ruta lleva por encima de la 'fuente de la paz', siguiendo una rodada que sube hacia el quejigal.
A la entrada del bosque el camino gira a la izquierda, flanqueando la parte baja de la sierra, hasta situar al excursionista en una barrancada al pie de un espolón rocoso. Se siguen las trazadas de un viejo camino de herradura que trepa sinuoso por la pedregosa ladera para salvar el obstáculo.
Situados por encima del roquedo, el sendero gira a la izquierda enfilando hacia la cumbre de Alaitz, que se define con nitidez.
La ruta se adentra en la profusa vegetación, abriéndose paso a modo de túnel entre las densas matas de boj que dominan el sotobosque del hayedo. Finalmente, se desemboca en el collado de Ezperun, desde donde se enfila a mano izquierda pisando el estrecho sendero hasta la cima.
Se remonta la pendiente hasta el cordal cimero asomándose a un promontorio rocoso, comprobando que alrededor no existe una cota más alta. Se acaba de hollar la cima del Alto de La Cruces que regala unas magníficas panorámicas sobre la vega de Iruñea.
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