lunes, 22 de febrero de 2010

El camino a San Miguel de Aralar

El camino que se recorre a San Miguel de Aralar está lleno de emociones. Lleva a orillas del "Guadina vasco", sigue una senda legendaria y asoma a emblemáticos monumentos prehistóricos. Todo en un marco natural repleto de hayas gigantescas y roquedos.
En Iribas nos despedimos del urbanismo rural entre casonas grandes que parecen, sin serlo, palacios porque antaño y durante el invierno albergaban familia y ganado. Atravesando el pueblo bajo la iglesia nos dirigimos por una pista de grava hacia la montaña y en busca del valle de Aiztondo siguiendo la pauta del balizamiento del PR que se dirige a Aitzarrateta. Un tramo de rellano entre retazos de bosuq enos lleva a una encrucijada en la que nos encaminamos a la izquierda hacia Aitzarrateta.
Pasando junto a Aratzeneko borda el camino se va estrechando mientras se acerca al cauce suave y silencioso de Larraun. El río nos acompaña hacia la base de la muralla que abriga su nacimiento. Allí el río es todavía Ertzilla y aflora desde las entrañas de Aralar.
Visitado el nacedero de Aitzarrateta retomamos unos 150 metros para tomar un sendero empinado que trepa al oeste cruzando una pradera; al otro lado se abrza con el camino empedrado que lleva el balizamiento hacia San Miguel de Aralar.
El camino trepa, baja y sube en el intrncado lapiaza de Ziñiku sin dificultad de seguirse y se aproxima a la gran cámara funeraria de Txoritxo Berri, en la que enterraron a los primitivos pastores de Aralar.
El repecho se acusa cuando encontramos la cruz de Burnigurutz, muga de los pueblos de Huarte, Iribas y Baraibar. Pasando junto a una cabaña de pastores iniciamos el descenso por una ancha pista hacia el valle de Ata.
Del bosque desembocamos en las praderas de un barranco abierto y diáfano. A la izquierda, valle abajo queda clavada la mítica Erroldan Harria, que requiere ser visitada.
Cruzado el regato de Urdenats hay que dejar el valle para subir en el bosque las rampas de Apezaren Malkorra. El camino se difunde entre hayas y praderas pero no podemos evitar topar con un hito enorme, que la leyenda dice que es el trabajo que un fraile corrupto tuvo que ejecutar para expiar sus pecados.
El temploa parece enseguida a la vista, separado sólo por un tramo de camino que parece excavado en la roca. San Miguel está a la alcance y es visita obligada.

No hay comentarios: