Senda de las carboneras

Los alrededores de Lagrán están repletos de rutas y caminos donde se puede disfrutar de un paisaje privilegiado. Una de las rutas más conocidas y bellas es la senda de las carboneras, que parte desde Lagrán y finaliza en la Cruz del Castillo, situada en lo alto de un monte que parece no tener fin.

Esta ruta sirvió antiguamente para comunicar los puertos del Mar Cántabrico con los pueblos de la Rioja. Gracias a esta ruta se intercambiaba el aceite, el pan o la lana por carbón, cal, patatas, pescado en salmuera, etc. Para recordar esta antigua ruta se han creado en diferentes puntos tres representaciones que explican el proceso de fabricación del carbón vegetal, una de las mayores riquezas culturales de la comarca. En la ruta también hay varias indicaciones de las especies de árboles que nos podemos encontrar.

Sin duda se trata de una senda preciosa y con diferentes tipos de vegetación y paisaje. Se parte desde Lagrán y al principio se sigue un camino de arena desde el que se puede ver perfectamente el destino, la cruz situada en lo alto de una montaña a la que parece imposible llegar. Al poco tiempo el camino se pierde en un bosque precioso que en otoño, invierno y primavera está repelto de hojas caídas. Aquí comienza la subida y hay que tener cuidado porque suele estar repleta de barro y es muy fácil resbalar.

Después de caminar durante una hora aproximadamente por el bosque, donde nos encontramos las tres representaciones del proceso del carbón, llegamos hasta una especie de plataforma desde donde se pueden observar ya unas preciosas vistas de Lagrán. El camino continúa por el bosque pero cada vez hay más vegetación y por lo tanto más barro. Quizá esta es la parte más complicada porque hay una pendiente bastante pronunciada. La senda finaliza subiendo al pico más alto de la montaña donde se encuentra la Cruz del Castillo. Desde la cruz se pueden disfrutar de unas vistas que hacen que la caminata haya valido la pena.