lunes, 26 de abril de 2010

Mendibil por Trabakua

Mendibil de Trabakua, que no hay que confundir con la cima del mismo nombre de la zona minera, es una cumbre centenaria que se ha devaluado con la mejora de las carreteras. Aislada entre el macizo del Oiz y los montes de Eibar (Urko y Kalamua), era una cumbre de acceso muy complicado debido a su alejamiento de las poblaciones importantes.
Las autovías y el transporte público han convertido a esta altura vizcaína en un agradable paseo mañanero a través de un entorno verde y arbolado, en el que las plantaciones de pinos han sustituido a la vegetación autóctona.
La marcha comienza en el aparcamiento de Trabakua. Continuamos a pie por la carretera (la vieja) que lleva a Markina y en un caserío (derecha) iniciamos la ascensión al Mendibil, que desde este punto no se ve. Lo oculta el espolón de Mikakopuntie, también cubierto de pinos. La pista de grava nos lleva hasta un aparcamiento donde paran los coches de los cazadores. Es un cruce sobre el barranco de Narrustegi, con buenas vistas sobre el Oiz y los caseríos Muñozguren y Kortaguren, que pertenecen a Munitibar.
La pista, ahora de grava, se vuelve muy pendiente y tras un corto trecho pasa junto a un enorme roble, superviviente de las talas indiscriminadas de hace años. Poco antes, unas marcas de PR (Pequeño Recorrido) nos indican que estamos en la buena dirección. Unos metros más arriba alcanzamos un cruce de caminos, algunos antiguos y otros de nuevo trazado, donde hay un grupo de robles, reliquias del bosque autóctono. La pista del medio nos conduce directamente hacia el Mendibil.
Vuelve a cobrar pendiente, pero se hace mucho más llevadera que el tramo inicial. Discurre por terreno abierto donde han plantado pinos jóvenes y lleva a un rellano donde hay un bosquete de cipreses. Estamos en el collado de Armadibeltz.
Un nuevo repecho por la misma pista del inicio nos conduce a otro rellano, desde donde se divisan las cumbres de Urko y Kalamua. Numerosas marcas en los pinos no indican que debemos girar a la izquierda. El sendero, puesto que hemos abandonado la pista, nos obliga a descender a un collado donde nos tropezamos con los letreros de PR. Señalan que al Mendibil, cuya cumbre vislumbramos sobre nosotros, hay 5'; a Markina 1h.40' y al alto de Trabakua 30'.
Superamos una barrera de madera y remontamos la cuesta herbosa y pelada hasta la cumbre del Mendibil. En el alto hay un buzón en forma de caserío del G. M. Ermua bien cuidado. La vista es amplia y buena y bajo el alto se ve el caserío Zuloaga, el más alto de la zona.El descenso se realiza por la misma ruta de subida hasta el collado. Volvemos por el mismo camino hasta el collado desde donde se distingue (derecha) Mikakopuntie, un alto rocoso, entre pinos, que sirve para los coleccionistas de alturas. Al rato estamos en el aparcamiento y tras una corta caminata por la carretera llegaremos al aparcamiento de Trabakua.

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