domingo, 25 de abril de 2010

Peñas de Etxaguren

La excursión comienza en el aparcamiento del Santuario de Urkiola (0 minutos). Desde allí tomamos la pista cercana que comienza en una valla con ataka (SE) y que bordea el Urkiolagirre por su ladera sur. La pista, después de un buen comienzo para calentar las piernas, llanea junto a un pinar hasta llegar a las campas del collado de Asuntze, donde nos recibe un refugio abierto a la izquierda del camino. En estas campas encontramos también la fuente de Asuntza, popularmente conocida como Pol-pol.
Descendemos por la pista hasta el collado, donde una cruz de señales nos indican direcciones y tiempo al algunas de las principales cumbres de la zona. El camino empieza a empinarse de nuevo y enfila ya hacia el collado de Zabalandi después de dejar atrás el refugio de Arluziaga y unas minas abandonadas junto a las que nace, a la izquierda, el desvío que lleva a al Anboto. En este punto una nueva cruz de señales nos confirma que vamos por buen camino hacia Zabalandi. Para ello, descendemos bruscamente por una senda hasta salir a una nueva pista, la cual, entre hayas, nos sitúa en el mencionado collado, en el que se alza un otro refugio.
Tras disfrutar de las excelentes vistas que este punto ofrece del Anboto y su escarpada vertiente sureste, continuamos por la derecha (WNW), justo antes del refugio. Nos adentramos en el hayedo siguiendo la indicación de la cruz de señales que hay en el collado. Esta senda discurre por las laderas del Ipizte, Ganzaga y Albina en su vertiente oeste y en algunos tramos el terreno calizo incomoda la marcha, así que lo mejor es no perder de vistas las marcas de GR, que nos guían buena parte de la excursión.
Superado este tramo de terreno kárstico salpicado de hayas llegamos al collado de Leziaga, claramente identificable por un corral cercano y una gran borda. Aquí debemos tomar la pista que nace a la derecha de la borda, para desviarnos unos metros más adelante hacia la izquierda, siguiendo las señales, que a partir de este punto serán la mejor referencia en el terreno calizo en el que nos adentramos.
El sendero gana altura hasta alcanzar el cordal, por donde discurre camino del Orisol embutido en una especie de rambla, entre los picos del macizo a izquierda y derecha. Cerca ya de muestro objetivo, la pista tuerce hacia la izquierda y se dirige a la cumbre, que apenas sobresale entre la maraña de rocas que forma la cresta cimera. Un vértice geodésico y dos buzones, C.M. Gasteiz de 1978 y C.M. Besaide de 1980, señalan la cumbre, que ofrece excelentes vistas. a los valles y las cumbres cercanas. Entre estas última destaca por su cercanía la imponente mole caliza del Anboto y, hacia el oeste, los picos que integran la característica cresta del Udalatx.
El descenso ofrece distintas posibilidades, a elegir según las ganas que queden de prolongar la excursión. La primera opción es continuar por el cordal hasta la ermita de San Cristobal y el puerto de Kruzeta, a donde se llega tras hora y media larga de marcha. Otra posibilidad es volver hasta el collado de Leziaga para coger allí la pista que desciende hasta el valle de Olaeta. En total, cerca de otra hora y media para completar la excursión.
Por último, se puede continuar un poco más por el cordal hasta llegar a las lomas del Santikurutz o el Arangio, donde podemos enlazar con alguna de las pistas que entre hayedos, descienden hasta el valle para sumar aproximadamente una hora más a la caminata. En cualquiera de las tres opciones es imprescindible contar con un vehículo de enlace.

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