El macizo calizo de Candina es uno de los sectores más agrestes de la costa cántabra, que se eleva 500 metros sobre el mar en el borde del valle cerrado (poljé) de Liendo. En esta sierra existe una colonia de buitres leonados, la única marina de toda Europa, y conserva uno de los últimos encinares mediterráneos del Cantábrico.
La sierra de Peña Candina no es uniforme. En realidad es una sucesión de grandes hoyas: Tueros, Cobañera, Corteguera, Somanti y Llanegro, que hasta antes de la guerra civil estuvieron ocupadas por minas de hierro. El mineral era bajado hasta el cargadero de Sonabia mediante un sistema de baldes.
En el interior de estas dolinas (hoyas calizas) recolonizadas por la vegetación, el montañero encontrará bocaminas, muros, planos inclinados, cargaderos y caminos de vagonetas. También se localizan trozos de mineral de hierro.
El punto más elevado de estos montes es Solpico. Tiene 483 metros y está indicado por una bandera y un hito de piedras. El vértice geodésico está en Peña Candina, 476 metros, muy cerca del anterior. La ruta para adentrarse en la sierra parte del Alto de Candina (134 m), en la carretera antigua, cerca de la salida de la autovía. Aparcamos. Un sendero bien pisado (derecha) se interna en la espesura y con mucha pendiente sube hasta un primer collado, desciende a una pequeña hoya invadida por la vegetación, y vuelve a subir hasta un nuevo collado. Delante se abre una segunda dolina, Hoya Tueros (187 m), de mayores dimensiones y con vistas al mar (derecha, con bajada a Oriñón), donde se juntan hayas con encinas, madroños y laureles. Frente a nosotros se dibuja en la ladera el viejo sendero minero, bien marcado, que remonta por terreno abierto. Nueva subida. Pasamos junto a una gran encina, antes de alcanzar el collado y corto descenso a Llana Tueros, hoyo desarbolado y herboso, con los restos de una explotación minera.
A nuestra derecha se recortan dos cimas gemelas. La más norteña tiene buzón. Subimos por la ladera sin camino, para continuar por el filo de la cresta y tras una trepada que exige usar las manos, pisamos Pico Tueros. Lo denominamos así por su situación, porque en el buzón no figura el nombre. A pesar de la herrumbre se lee año 1988. Excelente vistas sobre Oriñón, el Agüera y Pico Cerredo, al otro lado de la ría.
Prolongamos la marcha hasta Pico Candina. De vuelta la Llana Tueros, un camino bien pisado abandona (izq.) la vieja mina y enlaza con el plano inclinado de los baldes. Sube metros y alcanza el collado. Frente a nosotros se abre la Hoya de Llanegro, donde las minas han desenterrado un lapiaz. Candina está en frente. Por la derecha un sendero lleva hacia dos arcos naturales, 'Los Ojos del Diablo'. Buena vista sobre Cabo Cebollero, también conocido como 'La Ballena' de Sonabia.
A la izquierda está Solpico, el punto más elevado. Un caminito atraviesa el lapiaz y nos deja en la cima. El vértice geodésico situado en Peña Candina se alcanza siguiendo la arista (marcas rojas). Las vistas similares a las de Solpico: Santoña, Liendo, Laredo y al Norte el Cantábrico.
La sierra de Peña Candina no es uniforme. En realidad es una sucesión de grandes hoyas: Tueros, Cobañera, Corteguera, Somanti y Llanegro, que hasta antes de la guerra civil estuvieron ocupadas por minas de hierro. El mineral era bajado hasta el cargadero de Sonabia mediante un sistema de baldes.
En el interior de estas dolinas (hoyas calizas) recolonizadas por la vegetación, el montañero encontrará bocaminas, muros, planos inclinados, cargaderos y caminos de vagonetas. También se localizan trozos de mineral de hierro.
El punto más elevado de estos montes es Solpico. Tiene 483 metros y está indicado por una bandera y un hito de piedras. El vértice geodésico está en Peña Candina, 476 metros, muy cerca del anterior. La ruta para adentrarse en la sierra parte del Alto de Candina (134 m), en la carretera antigua, cerca de la salida de la autovía. Aparcamos. Un sendero bien pisado (derecha) se interna en la espesura y con mucha pendiente sube hasta un primer collado, desciende a una pequeña hoya invadida por la vegetación, y vuelve a subir hasta un nuevo collado. Delante se abre una segunda dolina, Hoya Tueros (187 m), de mayores dimensiones y con vistas al mar (derecha, con bajada a Oriñón), donde se juntan hayas con encinas, madroños y laureles. Frente a nosotros se dibuja en la ladera el viejo sendero minero, bien marcado, que remonta por terreno abierto. Nueva subida. Pasamos junto a una gran encina, antes de alcanzar el collado y corto descenso a Llana Tueros, hoyo desarbolado y herboso, con los restos de una explotación minera.
A nuestra derecha se recortan dos cimas gemelas. La más norteña tiene buzón. Subimos por la ladera sin camino, para continuar por el filo de la cresta y tras una trepada que exige usar las manos, pisamos Pico Tueros. Lo denominamos así por su situación, porque en el buzón no figura el nombre. A pesar de la herrumbre se lee año 1988. Excelente vistas sobre Oriñón, el Agüera y Pico Cerredo, al otro lado de la ría.
Prolongamos la marcha hasta Pico Candina. De vuelta la Llana Tueros, un camino bien pisado abandona (izq.) la vieja mina y enlaza con el plano inclinado de los baldes. Sube metros y alcanza el collado. Frente a nosotros se abre la Hoya de Llanegro, donde las minas han desenterrado un lapiaz. Candina está en frente. Por la derecha un sendero lleva hacia dos arcos naturales, 'Los Ojos del Diablo'. Buena vista sobre Cabo Cebollero, también conocido como 'La Ballena' de Sonabia.
A la izquierda está Solpico, el punto más elevado. Un caminito atraviesa el lapiaz y nos deja en la cima. El vértice geodésico situado en Peña Candina se alcanza siguiendo la arista (marcas rojas). Las vistas similares a las de Solpico: Santoña, Liendo, Laredo y al Norte el Cantábrico.
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