Todos los vecinos de Iurreta y aquellos que pasan a diario por la N-634 a la altura de la localidad conocen el legendario monumento de Arriandi; un indicador de caminos que marca la época dorada del comercio vizcaino y comarcal, y que ha visto cómo a lo largo de los años su valor informativo se ha ido relegando en favor de la señalización moderna. Asimismo, la ampliación de la carretera comarcal que cruza el territorio ha relegado al decimonónico monumento al arcén de la misma.
Ambas razones, acompañadas al deterioro que ha sufrido el monolito por el transcurso de los años, han hecho que el Ayuntamiento de Iurreta haya llevado a cabo una exhaustiva labor de rehabilitación.
Esta pieza del patrimonio cultural de la localidad está compuesto por un pilar de forma cuadrangular asentado sobre cuatro grandes losas de piedra y un remate final, en la parte superior de la estructura, de tipo decorativo que insinúa un motivo vegetal.
Asimismo, cuenta con una serie de leyendas inscritas en la piedra -habituales en la arquitectura de aquel entonces- que forman los laterales del gran pilar. En ellas se indica al viajero las distintas direcciones que puede seguir desde el punto en el que se encuentra ubicado el monumento: Pilastra erigida para guía de transeúntes, Camino para Bilbao o Camino para los puertos de pescadores son algunas de las indicaciones grabadas. Además, incluye otro dato interesante junto a la fecha de ejecución, que data de 1830, en el que se hace referencia al Señorío de Vizcaya, gracias a quienes se llevó a cabo la construcción y ubicación del obelisco.
Ambas razones, acompañadas al deterioro que ha sufrido el monolito por el transcurso de los años, han hecho que el Ayuntamiento de Iurreta haya llevado a cabo una exhaustiva labor de rehabilitación.
Esta pieza del patrimonio cultural de la localidad está compuesto por un pilar de forma cuadrangular asentado sobre cuatro grandes losas de piedra y un remate final, en la parte superior de la estructura, de tipo decorativo que insinúa un motivo vegetal.
Asimismo, cuenta con una serie de leyendas inscritas en la piedra -habituales en la arquitectura de aquel entonces- que forman los laterales del gran pilar. En ellas se indica al viajero las distintas direcciones que puede seguir desde el punto en el que se encuentra ubicado el monumento: Pilastra erigida para guía de transeúntes, Camino para Bilbao o Camino para los puertos de pescadores son algunas de las indicaciones grabadas. Además, incluye otro dato interesante junto a la fecha de ejecución, que data de 1830, en el que se hace referencia al Señorío de Vizcaya, gracias a quienes se llevó a cabo la construcción y ubicación del obelisco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario