La travesía de Legarmendi

Legarmendi, conocido como Aramotz hasta no hace mucho tiempo, es un abrupta sierra caliza que separa los valles de Arratia e Ibaizabal. En su condición de macizo kárstico, aventurarse en su interior supone entrar en un territorio tan inhóspito como bello, tan salvaje como interesante. Por eso, es poco recomendable salirse de las sendas que lo surcan. Una de las más interesantes -y completas- es la que lo atraviesa longitudinalmente, de este a oeste, desde el collado de Mugarrikolanda hasta la majada de Belatxikieta. Para alcanzar Mugarrikolanda hay dos opciones: Mañaria o el área recreativa de Landaederra, a la que se llega desde Orozketa (Durango). En este caso ha sido la elegida, algo más corta que la primera. Desde el aparcamiento subimos por la pista hasta una curva a la derecha en la que un poste de señales indica, de frente, la dirección a Mugarrikolanda. En seguida nos adentramos en el barranco de Katazka, por el que remontamos ayudándonos incluso con las manos el algún pasaje. Mas arriba la barranca se abre a una pendientes campas por las que remontamos hasta el collado. Sobre la cercana fuente un letrero indica la dirección a Belatxikieta (NW) por la senda PR 83, que seguiremos hasta el final. Pasamos junto a un corral y una borda y al poco nos adentramos en terreno boscoso. El sendero serpentea entre rocas y pinos antes de remontar hasta un pequeño collado. Más adelante, ya por terreno abierto, alcanzamos el cruce que lleva a Artaun. Seguimos por la derecha. Enfrente se alza la peña de Betzuenburu, que bordeamos para dirigirnos hacia el Gantxorrotz. Un evidente camino nos sitúa en el collado sur, desde el que la subida a la cumbre apenas lleva un diez minutos. De vuelta a la pista, continuamos por ella en dirección al Urtemondo, que bordeamos por el norte hasta situarnos bajo un gran corredor herboso con pinos por él que alcanzamos la abrupta cumbre. Retornamos a la ruta, que continua hacia Belatxikieta y toma componente norte tras superar otro cruce (poste de señales) que lleva a Artaun. El tramo final discurre por un terreno especialmente áspero, bordeando la depresión de Galdara, antes de alcanzar las campas de Belatxikieta, sus refugios y la ermita, justo a los pies de la cumbre que da nombre a la majada. La vuelta ofrece dos opciones. Una es volver al punto de origen, obviando por supuesto la ascensión a las dos cotas centenarias. La otra consiste en seguir el sendero Mikeldi (GR 229)hasta Amorebieta.