A lo largo del Pirineo, desde el Cantábrico hasta el Mediterráneo, existen más de 4.500 búnkers, los cuales fueron levantado entre 1940 y 1953 dentro de un proyecto que contemplaba un total de 10.000 búnkers, para lo que se necesitaba una dotación de 70.000 soldados. El objetivo era defender la dictadura franquista frente a un posible ataque de los países aliados, pero no llegó a utilizarse jamás.
Más de 12.000 hombres trabajaron en pésimas condiciones para construir una obra tan colosal como inútil. La ubicación estratética de Bera hizon que los militares franquistas dispusieran allí una tupida línea defensiva de refugios de hormigón y nidos de ametralladoras. Para dar a conocer este 'patrimonio bélico', el Ayuntamiento de Bera ha organizado visitas guiadas a los búnkers de la zona, tanto por dentro como por fuera. Todos ellos han sido documentados por el fotógrafo Asier Gogortza, que utilizó la cavidad de hormigón como cámara oscura para fotografiar el paisaje cercano.
Más de 12.000 hombres trabajaron en pésimas condiciones para construir una obra tan colosal como inútil. La ubicación estratética de Bera hizon que los militares franquistas dispusieran allí una tupida línea defensiva de refugios de hormigón y nidos de ametralladoras. Para dar a conocer este 'patrimonio bélico', el Ayuntamiento de Bera ha organizado visitas guiadas a los búnkers de la zona, tanto por dentro como por fuera. Todos ellos han sido documentados por el fotógrafo Asier Gogortza, que utilizó la cavidad de hormigón como cámara oscura para fotografiar el paisaje cercano.