
Además del monolito, Castro Grande presenta el atractivo añadido de un pasadizo de 66 metros de longitud perforado en la peña. Es el túnel de La Complacera. Fue horadado a principios del siglo XX para bajar carbón a Mena.
Relloso, en el fondo del valle, espera con una única casa habitada y muchos perros y vacas. Se deja el coche cerca de la fuente y se comienza a caminar por una pista embarrada que se dirige hacia la peña. Llanea paralela a un afluente del Jerea, que nace en la Cueva del Agua, gana desnivel y llega a la zona llamada La Cuesta. Una cadena cierra el paso de vehículos. Se abandona el camino y por el pinar, despajeado y fácil, se remonta hasta la pista, para alcanzar la boca del túnel de Complacera.
De vuelta a la vista, se continúa hasta el portillo de entrada a la meseta cimera. Al rato se pisa la cima. Entre las casetas y antenas destaca un viejo buzón de la SM Encartaciones. Frente al excursionista se eleva el Pico del Fraile.
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