jueves, 28 de febrero de 2008

Caminos forjados por Legazpi

Ya desde un primer momento se percibe la presencia del hierro. A veces, es evidente; otra, sin embargo,se intuye. Pero siempre se siente, se advierte su cercanía. Y muy especialmente si uno elige la desembocadura del Urola como punto de partida de este viaje en el tiempo que discurre paralelo a la propia historia del hierro, una dilatada trayectoria forjada durante más de 800 años y que hoy conserva en el valle un testigo excepcional: Legazpi.
El Urola, testigo de la buena convivencia que durante siglos han mantenido el hierro con ña naturaleza y con los habitantes de esta comarca que Legazpi comparte con Urretxu, Zumarraga y Ezlio-Itsaso, se convierte en un excelente compañero de viaje.
Su serpenteante curso y su aparente sosiego le convierten en un anfitrión perfecto. Avanzar a contracorriente, desde Zumaia hasta Legazpi, paralelo al antiguo trazado del tren Urola es como un presagio que augura el protagonismo del hierro.