martes, 5 de febrero de 2008

San Adrián, bello tramo del Aizkorri


Una bóveda caliza, antaño paso utilizado por reyes, mercaderes y peregrinos -y hasta malechores-, remata el túnel de San Adrián, en Aizkorri. Cuentan las leyendas que hasta el mismo rey Carlos V tuvo que bajarse de su caballo y agacharse para pasar por este paso que unía la costa francesa con la llanada alavesa.
Bajo los contrafuertes de Aizkorri, el túnel de San Adrián abre una puerta natural en la muralla caliza y sólo su existencia posibilitó que una notable vía histórica utilizara este paso para llegar desde la costa francesa hasta la Llanada Alavesa. la vieja vía de San Adrián ha sobrevivido a los avatares del tiempo y todavía hoy es posible observar el trazado de la antigua calzada, probablemente, uno de los más bellos tramos que en Euskal Herria recuerdan las vías de comunicación pavimentadas para caminantes y carretas.
Dos formas hay de acercarse al mítico paso de San Adrián: por el viejo trazado desde la villa de Zegama, siguiendo el itinerario de los peregrinos; o desde el puerto de Otzaurte, remontando la pista de Beunda hasta toparse con el Aratz para desviarse al refugio de San Adrián y desde allí al túnel.