jueves, 27 de marzo de 2008

Mendaur, bella estampa del Pirineo navarro


Uno de lo mejores sitios para poder contemplar las suaves tierras de Malerreka y Bortziriak, en el norte de Nafarroa es el Mendaur. Sus laderas son un mosaico de hayedos, prados de montaña y rebaños de ovejas que pastan con placidez cerca de la cima.
La ruta se incia junto al embalse de Mendaur, al que se llega en coche desde el bario de Aurtitz, en la localidad de Ituren. Una pista de cinco kilómetros asciende hasta este pequeño embalse, desde el que las vistas del valle son espléndidas.
Se bordea el embalse por su izquierda hasta llegar, cerca de su cola, a una bifurcación de senderos que llevan al monte Ekaitza (izquierda) y al Mendaur (derecha). Se sigue éste último, balizado con sus marcas blancas y amarillas, llegando a la regata que alimenta el embalse y que se cruza por un rudimentario puente de madera.
La senda sigue hasta que se bifurca a la altura de una borda con un soberbio tejado de lajas de arenisca. Se toma el camino de la izquierda que pasa por la entrada de la borda y que asciende junto a una plantación de coníferas. la cima queda permanentemente a nuestra derecha. Al finalziar esta primera rampa, se llega a una zona clareada, donde reponer las fuerzas. El camino lleva hacia un hayedo. Después de cruzarlo, se hace evidente que la senda se dirige al collado de Buztiz.
Una vez allí, se sigue el sendero hacia la derecha, que cruza por debajo de la cima hasta llegar a una arista rocosa, donde se pueden encontrar sesenta escalones tallados en la piedra que conducen a la cima del monte, coronada por la ermita de la Trinidad.
Las vistas alcanzan desde las cumbres costeras de Aia y Larrun hasta las interiores de Aralar y Autza. A sus pies, el valle de Malerreka y las tierras de Arantza.
El descenso se realiza por la misma ruta. En total, dos horas que posibilitan gozar de una bella estampa del Pirineo navarro.