jueves, 3 de abril de 2008

De Pasaia a Donostia por el monte Ulia

Un conjunto de proyectos tiene previsto transformar la parte alta del monte donostiarra de Ulia, tras décadas de abandono, en una zona de disfrute de la naturaleza. Trabajos de desbroce y acondicionamiento de jardines, ubicación de paneles sobre especies arbóreas, renovación de caminos y miradores, instalación de fuentes, creación de un parque de juegos infantiles... constituyen algunas de las medidas que se van a tomar por parte del ayuntamiento a lo largo de los próximos tres años.
Se empieza a caminar junto a la iglesia en Pasaia, acabada de construir en 1774. Por la calle de San Pedro, se accede al final del puerto y a la bocana. En frente, el pintoresco barrio de San Juan. Al acabar el paseo, llamado de las Cruces, se sube por las empinadas escaleras que conducen al faro de Senekozulua. El paisaje está fuertemente deforestado; sólo algunos bosquetes de pinos marítimos colonizan los acantilados.
Desde el faro sale, a la izquierda, un sendero que bordea la costa. Pronto se encuentran las aguas deliciosas de la fuente del Inglés. Su nombre deriva, seguramente, de la presencia de tropas inglesas en estos montes tanto en las guerras napoleónicas, como en la primera guerra carlista. El camino está balizado como GR, con marcas rojas y blancas, y apenas presenta bifurcaciones.
Abedules, fresnos, rebollos y arces sombrean el paso. Están ya a la vista las ruinas del fuerte de Monpas. A los pies del caminante, la bahía de la Concha. Se baja a Gros por caminos cementados que acaban en el palacio de Manteo, casa solar de los Oquendo, saga de grandes marinos y almirantes.