viernes, 4 de abril de 2008

Irulegi, paseo por la historia del Reíno de Pamplona

El castillo de Lakidain, desde sus 893 metros, domina el valle de Aranguren (Nafarroa) en su totalidad y buena parte de Iruñerria y de las cuencas prepirenaicas. Se desconoce el año exacto de su construcción, pero su ubicación estratégica y comunicación visual hacen suponer que tuvo lugar en los inicios del Reíno de Pamplona, cuando los vascones intentaban mantener un sistema defensivo que avisaba de las incursiones árabes o francas.
Precisamente el pueblo de Lakidain, entre Noain y Gorraiz, es el punto de partida hacia las alturas de Irulegi. Se inicia la marcha por una pista de tierra que se dirige hacia el collado entre Irulegi y Arizko. Al poco de caminar, un mojón de piedras indica que se debe desviar hacia la derecha.
La pista se vuelve más pendiente, atraviesa un pinar y llanea a través de un hayedo joven hasta tropezar con una nueva señal, ahora a la izquierda. En este punto comienza un sendero bien marcado que, por terreno despejado y habitualmente embarrado, llevará hasta el cono cimero. La cumbre está ocupada por un buzón, un vértice geodésico con una inscripción que denomina a la montaña Alto de Lakidain y unas ruinas. Aseguran que son los vestigios de una fortificación que defendía Noain y que fue arrasada en 1494, unos años antes de la batalla del mismo nombre (1521), en la que los castellanos derrotaron a las tropas navarras e incorporaron el Viejo Reino a la corona de Castilla.
Sea lo del castillo verdad o una leyenda, el caso es que la cumbre de Irulegi es un excelente mirador de la cuenca, la montaña navarra y, en días despejados, del Pirineo.