jueves, 29 de mayo de 2008

Ermita de Santa Marina en la sierra de Urbasa

La ermita de Santa Marina y un conjunto de edificios como refugio, borda, etc. que forman entorno a la plazoleta herbosa constituyen uno de los parajes más entrañables de Urbasa. Al borde del cresterío, que cae sobre la Sakana, muestra el contraste entre el imponente acantilado y la gran meseta de rasos y bosques del parque natural.
Se inicia la marcha en el paraje de Tximista, que se loclaiza en la pista a Otsoportillo (lugar reconocible por la sima cercada con una tapia). Desde este lugar parte la pista amplia y pedregosa que, pronto, se introduce en el bosque donde surge una bifurcación. A la izquierda, el letrero indica Santa Marina (siguiendo de frente se llegaría a San Adrián).
La plácida pista forestal va ascendiendo a la sombra del hayedo que se muestra imponente en esta parte de la sierra donde lireones y jabalíes se esconden de las miradas. La subida se hace algo más costosa, pero nunca intensa. Al final, el camino sale a los rasos altos de la sierra. Un diluido camino se dirige hacia el pinar, y algo más adelante aparece el conjunto de edificios que recoge en su plazoleta el refugio abierto, la borda y la ermita; un espacio para el retiro, el descanso y para disfrutar de la naturaleza.
A la izquierda del cordal se localizan la cumbre y el buzón con el lema "Euskaraz Bizi". A un lado, la sierra se corta encima de los pueblos de la Sakana, por el otro las praderas del parque natural de Urbasa, el cual acoge a animales como el jabalí, el gato montés, el tejón, el lirón gris y también algún ejemplar de zorro.