
En un lateral del recorrido, se ha colocado una cuerda de seguimiento, y en un pupitre se informa de los elementos de apoyo táctil-visual del sendero, diseñados para invitar a tocar, mirar, oler y escuchar.
Para el oído se han instalado unas trompetas auditivas que posibilitan escuchar los sonidos amplificados que ofrece la naturaleza. Para el tacto y el olfato se han diseñado lanzaderas táctiles que invitan a tocar elementos de la naturaleza o a conocer la importancia que la madera muerta tiene para la conservación de los ecosistemas forestales. También se ha construido un túnel de madera con un roble caído, para invitar a tocar los musgos y helechos que crecen en la madera en descomposición y sentir su característico olor de humedad.