martes, 9 de septiembre de 2008

En los cordales de Upo

Entre las bajas montañas de los valles de Nerbioi e Ibaizabal se ha creado un pequeño embalse convertido hoy en espacio de recreo. El lugar, donde en otros tiempos hubo un recoleto balneario, es un reducto de paz en un entorno ampliamente urbanizado. Es además un camino de gran atractivo paa acercarse a los cordales de Upo y Mandoia y la Ermita de Segismundo.
Se inicia la andadura cruzando el puente sobre las vías del tren en la estación de Usansolo para tomar, junto a la empresa Nestlé, una pequeña carretera que avanza por su lado izquierdo. Pronto surge la torre de Lekue, portentoso edificio cúbico. Avanzando junto a la construcción se penetra en el vallecito de Lekubaso entre alisedas y saucedas. Avanza la pista hacia los caseríos de Isasi, para llegar un poco más adelante a la orilla del embalse de Lekubaso. A su costado, la pista inicia un repecho para remontar la ladera de Upo. Pronto su panorámica se abre hacia las laderas del monte Mandoia.
Al llegar a Upo se topa uno con uno de los hayedos más notables que circundan Bilbao, convertido hoy en área recreativa. A la derecha un sendero trepa para seguir el cordal de Upo, hasta su cota máxima. Pero más interesante quizás es llegar hasta Artanda, con mejores panorámicas sobre el valle de Nerbioi.Para llegar allí se toma la pista que avanza a la derecha de la granja situada en el collado al pie del Upo. La pista avanza por los lomos campestres de Artanda, pasando ante la ermita de Segismundo, hasta asomarse al otro lado del valle, sobre Ugao y también sobre Bilbao. Se puede regresar por donde se ha venido o bajar a Arrigorriaga desde Artanda.