La boca sur del túnel de Laminoria, de más de dos kilómetros de longitud y en muy mal estado de conservación, marca el punto de partida de la vía verde que nos llevará hasta Maeztu. Ésta convive durante los primeros metros con la pista de acceso a una cantera que devora el monte junto al túnel.Pronto la vía verde se aleja para recorrer, convertida en sendero, el valle de Laminoria. Para no perderse, una tubería de grandes dimensiones y color rojo discurre en paralelo al antiguo trazado del ferrocarril.
La primera parada es Zikujano, donde aún persiste un viejo apeadero del Vasco-Navarro, devorado por la maleza y el olvido. Junto a él, un nutrido grupo de robles llama la atención del paseante por su altura.
Poco a poco el valle se encañona y nos adentra en el estrecho desfiladero de Leortza. Un corto túnel horada la roca y lleva cómodamente y sin desniveles hasta una zona de horizontes más amplios. Pronto se llega a Maeztu, localidad en la que se pueden visitar sus enormes caserones, sus fuentes y sus lavaderos. En su antigua estación, hoy convertida en centro de interpretación, se pueden aprender las tareas del campo.
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