Puente del Diablo en la foz de Irunberri

Una zona acondicionada con mesas, una fuente y árboles dan la bienvenida al entorno de la foz de Irunberri. Un túnel construido en la roca para posibilitar el paso del viejo tren de Irati lleva hasta el corazón de la garganta. Tras la oscuridad, espera la majestuosa foz, con su imponentes paredes de hasta cien metros de altura en algunos casos.

Este impresionante micromundo el el reino de los buitres leonados y los alimoches. Ello, unido a la magia del entorno que nos rodea, invita a disfrutar de la foz sin prisas, maravillados ante tanta belleza.

Sin abandonar el trazado del ferrocarril, todavía detectable por los postes del tendido eléctrico, hay que adentrarse en un segundo túnel en el que poco a poco se van apagando el susurro del río Irati y los graznidos de las aves.

Al salir nos encontramos con el impresionante Puente del Diablo, que era el paso sobre el río desde su construcción allá por el siglo XVI hasta que fue destruido por las tropas napoleónicas en 1812.

La vía del viejo tren continúa su camino hasta llegar a Zangotza.