sábado, 9 de mayo de 2009

Tras el tren de vapor del Plazaola

Leitza constituye uno de los puntos de acceso más habituales a la vía verde del Plazaola. Para ello, basta con acercarse a la iglesia y tomar la calle que sale a la derecha para llegar a la fuente de Iturrizarrea. Unos metros más arriba, se encuentra la senda que trepa hasta la cercana plataforma del ferrocarril.
Si se toma hacia el norte, en siete kilómetros se llega a la muga con Gipuzkoa, donde la vía continúa hasta Andoain, junto al cauce del Leitzaran.
Sin embargo, si se toma hacia el sur, nos adentraremos en las verdes montañas que rodean Leitza y entre caseríos centenarios. Cinco kilómetros separan de la boca norte del túnel de Uitzi, una impresionante obra de ingeniería de 2.600 metros de longitud creada para salvar la divisoria de aguas entre el Cantábrico y el Mediterráneo.
Pocos son los que se atreven a entrar en esta interminable cueva artificial, más propia de espeleólogos que de excursionistas. Para éstos se ha habilitado un camino alternativo que salva un desnivel de 200 metros y una longitus de cuatro kilómetros.
Ya en la boca sur, ante nuestros ojos aparecen bellas vistas de las Malloas y la sierra de Aralar. Cinco kilómetros después, tras una curva, aparece ante nosotros la estación de Lekunberri, reconvertida en centro de interpretación de la vía verde.

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