Mitxintxola, sobre Pasai Donibane

Mitxintxola constituye para muchos una cumbre secundaria en el extremo oriental del Jaizkibel, apenas un leve paseo desde la carretera que comunica Hondarribia con Lezo. No existe mejor lugar para iniciar la subida que el puerto pesquero de Pasai Donibane.

Se inicia la excursión en Pasai San Pedro, una buena disculpa para embarcar en el viejo gasolino y cruzar a la otra orilla de la ensenada.

Se recorre el casco histórico de Pasai Donibane, encajonado entre elegantes edificios solariegos y las coloristas balconadas de las casas de los pescadores. Dejando atrás las últimas viviendas, un ancho paseo serpentea bordeando la bahía camino de la bocanada del puerto, tranquilo calentamiento para preparar las piernas antes de acometer los duros tramos que dan inicio al itinerario. Se cruza bajo la muralla que se interpone en el paseo y se llega a la fuente de Alabortza. Por la derecha arranca un sendero que asciende la empinada vaguada y traza constantes lazos, cobrando altura con rapidez. Asomados a vista de pájaro sobre el puerto de Pasaia, se repta entre grandes bloques de areniscas alveolares para alcanzar la parte alta del espolón.

Por pista herbosa hay que acercarse al viejo fuerte de Lord John Hay, fortificación levantada por las tropas liberales durante la segunda Guerra Carlista.

Las instalaciones recreativas Arrokaundieta comunican con la carretera de Hondarribia a Lezo. Se sigue el vial a lo largo de medio kilómetro, para desviarse a la izquierda por el carretil de acceso a un caserío cercano. Por detrás de la vivienda, una pista de tierra flanquea la ladera hasta un alto donde existe un cercado para facilitar el manejo del ganado.

Se gira a la izquierda y se sube por la verde loma de Mitxintxola. A los pies, la comarca de Oarsoaldea, separada del mar por el dilatado cordal de Jaizkibel, que se extiende entre el Cabo de Higer y la bocana del Puerto de Pasaia.