Los montes de Arrato son una modesta sierra que se desgaja hacia el sur del más extenso macizo de Gorbeia, al noreste de la Llanada Alavesa. Pese a la proximidad de Vitoria-Gasteiz, sus crestas y valles son todo un reducto para los amigos de la tranquilidad y la naturaleza. Media docena de cumbres conforman su cresterío, que se extiende en forma de herradura sobre los valles de San Bittor y Zarandona. Precisamente esa disposición geográfica permite un recorrido circular de todo el cordal, que en esta propuesta tiene como inicio y final el pueblo de Letona.
Desde su iglesia se desanda por la carretera que lleva a la autovía hasta un desvío un poco más allá del cementerio, donde nos adentramos en la parcelaria. Siguiendo a la derecha en una primera bifurcación, nos aproximamos al cordal de Arratobe, en el que nos situamos tras cruzar una compuerta. Justo enfrente, un sendero leva a una pista que asciende por la divisoria. Más arriba, en un terreno abierto, deja paso a un sendero por el que alcanzamos la cumbre de Arratobe, también conocida como San Bittor, por la ermita de su cima.
Se inicia la travesía por el cordal. Se baja al collado de Sanbitorlanda y se remonta hacia la peña de Azkorreta pasando por la pequeña cota de Orisolo. Poco después, junto a gran roble, se deja la pista y se sigue una senda que cruza el bosque hasta el borde del cortado, por el que se asciende hasta la peña cimera por los límites del encinar. De nuevo se desciende hasta otro collado antes de ascender hacia La Llana, una meseta elevada en la que se asienta el próximo objetivo: Mojón de Arrato.
Casi arriba, se sale a una pista que se sigue hasta el altiplano. El vértice y crucifijo cimeros se encuentran en el otro extremo de la planice se llega a ellos tras un grato paseo por el praderío.
Justo enfrente del Mojón de Arrato, al otro lado de un profundo collado, se encuentra Armikelo hacia el que se dirigen los pasos del montañero. Se baja hasta el collado de Zarandona y se asciende junto a la valla hasta descubrir el buzón de la principal altura de la sierra de Arrato. Se toma ahora la pista cercana a la cumbre que pierde altura con el barranco siempre a la izquierda. No se abandona hasta un desvío marcado con un cairn. La nueva pista remonta junto a la alambrada un centenar de metros hasta una compuerta que se debe cruzar para remontar la loma cimera de Amaritu.
Por la vertiente contraria, un camino lleva sin pérdida en un largo descenso hasta Apodaka. Una vez en la iglesia se debe andar un trecho por asfalto en dirección a la autovía hasta coger una pista justo después de un viejo mojón de carretera. Por ella quedará aún un largo paseo por la vega del río Zaia hasta Letona.
Desde su iglesia se desanda por la carretera que lleva a la autovía hasta un desvío un poco más allá del cementerio, donde nos adentramos en la parcelaria. Siguiendo a la derecha en una primera bifurcación, nos aproximamos al cordal de Arratobe, en el que nos situamos tras cruzar una compuerta. Justo enfrente, un sendero leva a una pista que asciende por la divisoria. Más arriba, en un terreno abierto, deja paso a un sendero por el que alcanzamos la cumbre de Arratobe, también conocida como San Bittor, por la ermita de su cima.
Se inicia la travesía por el cordal. Se baja al collado de Sanbitorlanda y se remonta hacia la peña de Azkorreta pasando por la pequeña cota de Orisolo. Poco después, junto a gran roble, se deja la pista y se sigue una senda que cruza el bosque hasta el borde del cortado, por el que se asciende hasta la peña cimera por los límites del encinar. De nuevo se desciende hasta otro collado antes de ascender hacia La Llana, una meseta elevada en la que se asienta el próximo objetivo: Mojón de Arrato.
Casi arriba, se sale a una pista que se sigue hasta el altiplano. El vértice y crucifijo cimeros se encuentran en el otro extremo de la planice se llega a ellos tras un grato paseo por el praderío.
Justo enfrente del Mojón de Arrato, al otro lado de un profundo collado, se encuentra Armikelo hacia el que se dirigen los pasos del montañero. Se baja hasta el collado de Zarandona y se asciende junto a la valla hasta descubrir el buzón de la principal altura de la sierra de Arrato. Se toma ahora la pista cercana a la cumbre que pierde altura con el barranco siempre a la izquierda. No se abandona hasta un desvío marcado con un cairn. La nueva pista remonta junto a la alambrada un centenar de metros hasta una compuerta que se debe cruzar para remontar la loma cimera de Amaritu.
Por la vertiente contraria, un camino lleva sin pérdida en un largo descenso hasta Apodaka. Una vez en la iglesia se debe andar un trecho por asfalto en dirección a la autovía hasta coger una pista justo después de un viejo mojón de carretera. Por ella quedará aún un largo paseo por la vega del río Zaia hasta Letona.
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