Praderas de Babio

La Sierra Sálvada domina las tierras de Aiara y compite en su vigilancia con la silueta lejana de Gorbeia, pero también con varias pequeñas proas terrestres que se suceden sobre el valle. Una de ellas es Babio, lugar con atractivo por sus privilegiadas vistas y por ese encanto que siempre tiene lo familiar.
El Babio es montaña y cima pero con sus 582 metros de altitud no puede tener pretensiones de objetivo de alpinistas. Sin embargo, su accesibilidad la convierte en terreno excepcional para jornadas de excursión campestre y para disfrutar de un paseo natural.
A caballo entre la tierra alavesa de Aiara y la vizcaína de Orduña, el Babio tiene acceso por cualquiera de los dos costados y de ellos tomamos el vizcaíno por ser el más sencillo.
La ruta se toma circulando por los campos de Amurrio para acceder a la vía que lleva hacia Arespalditza tomando a continuación desvío por Izoria, Maroño y Belandia para así descubrir las apartadas y tranquilas aldeas de Aiara que protege la Sálvada.

Alcanzaremos Mendeika, comienzo del camino hacia Babio. No se evitará la visita a la ermita de San Miguel.

Desde el norte de Mendeika parte una pista de grava que pronto sube hacia lo pinares silvestres que dan sombra a los rasos de Babio. La pista muere y entonces la prolonga un discreto camino que casi desaparece en los rasos que en Babio se transforman en un magnífico tapiz verde. En media hora desde Mendeika puede alcanzarse el escultórico buzón montañero que marca la cumbre y asomarse de inmediato sobre el precipicio que se abre a los pies.