martes, 2 de marzo de 2010

Aizarna, santuario fortaleza

La ermita de Aizarna, a la que nos referíamos en una entrada anterior, ha resistido a las inclemencias y embates de los agentes atmosféricos gracias a la fortaleza de sus muros, de cerca de metro y medio de espesor. Su espadaña es una de las más formidablesd e Gipuzkoa. Se dice que la gran campana que sostienen esas piedras guarda una misteriosa inscripción que nadie ha sabido descifrar. Se habla incluso de que mantiene el secreto del lugar donde se esconde un fabuloso tesoro escondido en las proximidades de ese santuario fortaleza.
Pudo haber sido en su origen una torre vigía, una fortaleza que se divisa en muchos kilómetros a la redonda, situada en el centro de una importante encrucijada de caminos. La vieja ruta de Aizarnazabal, la calzada de Zestoa a Iturriotz, la 'calzada del norte', la 'ruta de la trashumancia' y la 'estata de Lasao' se encontrarían aqui con la calzada que venía de Zarautz y de Urdaneta.
Y es que los caminos de Santa Engrazi fueron ruta obligada de viajeros durante cientos de años. Iñigo de Loyola cruzó estos parajes en el siglo XVI, y el mismo Humboldt, en su 'Diario del viaje vasco' (año 1801), cita su marcha por esos lugares en busca de la frontera francesa.

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