jueves, 8 de abril de 2010

La cruz de Zaraia

La modesta sierra de Zaraia es un complejo calizo que se alza en el Alto Deba, al suroeste de Guipúzcoa. Su estratégica situación convierte a sus cumbres en inmejorables oteros de algunas de las principales cumbres del País Vasco, desde Gorbea a Txindoki, pasando por los más cercanos Anboto, Aizkorri o Udalatx. Las cimas principales son Aranguren y Elorreta, pero el protagonismo recae en Kurutzeberri, a la que da nombre la gran cruz colocada en 1928 por un grupo de mendigoizales «como muestra de amor a la montaña» y auténtico punto de peregrinaje para los montañeros de la zona.
El macizo queda dividido por el barranco de Arbe y el pantano de Urkulu, y el mejor acceso a su parte occidental, donde se encuentran las cumbres de esta marcha, es el barrio de Mendiola, perteneciente a Eskoriatza, pero al que se accede desde Aretxabaleta.
La marcha comienza en una rotonda existente unos centenares de metros antes de Mendiola. Allí parte a la derecha una pista de cemento que asciende entre pinos hasta el caserío Uriaga, más conocido como Peñakulo y rodeado por un pequeño hayedo. Unos metros antes de la casona, a la derecha, nace un pista que nos acerca a las paredes de Kurutzeberri. Tras una curva a la derecha, el camino gana altura con brío paralelo a los farallones. Enseguida disfrutaremos de unas espléndidas vistas del Alto Deba y de cumbres emblemáticas como Anboto o Udalatx.
La pista sigue subiendo hasta llegar a un hayedo donde tuerce a la izquierda (SE) y pasa junto a una borda habilitada como refugio. Este bello paraje se llama Eleizabarri, cuenta con una fuente, a unos metros a la derecha del camino, y es el punto de partida, también siguiendo una pista a la derecha, para alcanzar la popular ermita de San Juan Anteportamlatinam, más conocida como San Juan Txiki, cuya fiesta se celebra el 6 de mayo.
Continuamos la marcha por la pista principal, que gana de nuevo altura hasta un alcanzar un tramo en el que llanea. Al final del mismo, una cuesta de cemento y piedra vuelve a poner a prueba las piernas a la vez que nos adentra en un bonito hayedo. Al final del cemento, una ancha senda asciende directamente (izquierda) hasta Kurutzeberri, pero nosotros continuamos por la pista, que en su tramo final llanea bajo la peña de Elorreta hasta el collado de Apotza, una amplia campa en la que convergen distintos caminos.
El primer objetivo es el Aranguren, por lo que continuamos a la derecha (O), hasta unas señalizaciones del gas. Allí nos adentramos en el hayedo y ascendemos por un sendero entre rocas hasta el cordal cimero. El buzón se encuentra, a la derecha, a unos pocos metros. Tras disfrutar de las excelentes vistas, volvemos a Apotza y dirigimos nuestros pasos hacia el Elorreta por el cordal (N).
El sendero discurre primero por terreno herboso y luego se adentra en el lapiaz cimero, donde nos guiaremos por las marcas amarillas hasta la cumbre (2h.00'), presidida por un vértice y un par de buzones. De nuevo las vistas merecen una pausa antes de dirigirnos al Kurutzeberri. Seguimos las señales por el cordal y no tardamos en alcanzar la base de la peña sobre la que se alza la cruz. Aparentemente inexpugnable, sólo hay que rodearla para encontrar una pequeña canal que permite acceder hasta ella. El descenso lo acortamos bajando directamente, por el atajo antes descrito, hasta la cuesta de cemento para retornar, ya sin pérdida, a Mendiola.

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