Para quien no conoce las campas de El Suceso encontrar la ruta hasta la ermita y la colosal figura de la Virgen resultó hoy pan comido, ya que una hilera de coches marcaba el camino hacia el núcleo de la fiesta en honor a la patrona del valle de Karrantza. Un sábado con temperatura agradable garantizaba una afluencia multitudinaria. Y así fue. Miles de personas disfrutaron de una romería que transcurrió sin más incidencias que la amenaza de lluvia y con un ambiente extraordinario.
La gente tenía una fe casi ciega en que la Virgen mediaría para evitar el aguacero del año pasado. A media mañana ultimaban los detalles de la preparación en su cuartel general, en el que degustaron una comida de lo más apetecible a base de productos de la zona. Entre familia, cuadrilla y amigos se reunieron en torno a 30 personas llegadas de Karrantza, Zalla, Santurtzi o Galdakao.
Aprovecharon el día al máximo y calcaron el programa que cumplieron a rajatabla muchos de los que también se unieron a la celebración. A primerísima hora de la mañana había que tomar posiciones en la campa para hacerse con un buen sitio donde plantar las mesas, sillas, comida y demás bártulos. A ser posible, un rincón con vistas al valle para disfrutar de la sobremesa en un marco de incomparable belleza. Después, la ineludible visita a la figura de la Virgen, que vigila encaramada en lo alto del monte. Dentro de la propia escultura se custodia una imagen que los fieles veneraron durante toda la jornada.
Pero queda Suceso para rato. El sábado que viene se celebrará la repetición de la fiesta con el campeonato de Euskadi de guisado de oveja.
La gente tenía una fe casi ciega en que la Virgen mediaría para evitar el aguacero del año pasado. A media mañana ultimaban los detalles de la preparación en su cuartel general, en el que degustaron una comida de lo más apetecible a base de productos de la zona. Entre familia, cuadrilla y amigos se reunieron en torno a 30 personas llegadas de Karrantza, Zalla, Santurtzi o Galdakao.
Aprovecharon el día al máximo y calcaron el programa que cumplieron a rajatabla muchos de los que también se unieron a la celebración. A primerísima hora de la mañana había que tomar posiciones en la campa para hacerse con un buen sitio donde plantar las mesas, sillas, comida y demás bártulos. A ser posible, un rincón con vistas al valle para disfrutar de la sobremesa en un marco de incomparable belleza. Después, la ineludible visita a la figura de la Virgen, que vigila encaramada en lo alto del monte. Dentro de la propia escultura se custodia una imagen que los fieles veneraron durante toda la jornada.
Pero queda Suceso para rato. El sábado que viene se celebrará la repetición de la fiesta con el campeonato de Euskadi de guisado de oveja.
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