En este Año Jacobeo son muchos los caminos y no lo es menos el que cruza Bizkaia. Un tramo de la calzada que llevaba desde la costa guipuzcoana hasta Ziortza se puede encontrar aún en este rincón solitario del valle del Artibai, en un lugar que ha constituido uno de los másimportantes puntos de referencia para la religión católica a lo largo de la historia de Bizkaia.
El viaje desde la encrucijada de Iruzubieta hacia el vallecito de Bolibar lleva aun mundode tranquilidad. Al pie de la iglesia y la plaza de la aldea es inevitable recordar que allí nacieron tres personajes notables: el abad Diego de Irusta, el general Pedro de Zubiaur y Simón Bolívar, quinto abuelo del libertador de Hispanoamérica.
Yo le recomiendo al viajero que eche allí mismo el pie a tierra y se haga al camino. Que tome allí mismo, frente a la plaza, el inicio de la calzada que siempre tomaron los peregrinos en su largo periplo hacia Santiago.Podrá descubrir así desdeunperfil aéreo los caseríos de la puebla y encontrarse en la evocación de quienes guiados por la fe buscaban su descanso en Ziortza.
En el recorrido del último trozo de la calzada se llegará a un vía crucis justo antes de pasar bajo el arco que franquea el espacio protegido, antes amurallado, de la colegiata. Aunque la leyenda hace datar en el año 968 el origen de Ziortza, los documentos escritos y los hallazgos arqueológicos lo sitúan entre los siglos XII y XIII naciendo ya como un centro religioso. Desde 1380 sería abadía y su categoría de Colegiata le vino del privilegio que se le concedió para celebrar ritos religiosos reservados a las catedrales, siendo su primer abad Don Pedro Martínez de Markina. A instancias de Juan I se fundó allí en 1386 un hospital para acoger a los pobres, pero fue a partir del siglo XVI cuando Ziortza adquirió mayor importancia como centro espiritual, registrándose desde entonces gran paso de peregrinos hasta disminuir su importancia llegado el siglo XIX.
Entorno al patio que organiza el lugar se ordenan, a un lado, la casa de los canónigos, al otro la iglesia con el claustro adosado a ella y el viejo hospital. Entre las dos se encuentra la que fue casa del abad, señalada en su fachada por la insignia de Ziortza, que representaunáguila llevando una calavera.
La iglesia, de estilo gótico vasco, tiene dos capillas con valiosos retablos. La colegiata combina los estilos románico y gótico; su portada es del siglo XVI, fecha de su primera reconstrucción y su retablo es plateresco, así como el claustro que fue construido con piedra del monte Oiz. En el coro, el órgano más antiguo de Bizkaia es uno de los mejores elementos de Ziortza junto con el claustro, único en su género en el territorio histórico. Las referencias al camino jacobeo se repiten en numerosas decoraciones aquí y allá en el templo.
Desde aquel patio exterior, bajo otro arco, los peregrinos se encaminaban faldeando el Oiz para llegar a Morga, enlazando allí con el camino que venía desde Bermeo, y continuaban ruta por Larrabetzu, Zamudio y Artxanda hasta la villa de Bilbao. Hoy los peregrinos sonmenos, perono faltarán en esta especial cita compostelana.
sábado, 2 de octubre de 2010
La Colegita de Ziortza
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