El Pico Marinda se eleva majestuosamente en la sierra de Gibijo. Su peculiar silueta piramidal ha llamado desde siempre la atención. Desde la cumbre se puede acceder a la sierra Arkamu en travesía por Repico y Montemayor, o pasear cómodamente en dirección a Labazar, o al mirador de la Cascada del río Nerbioi.
En Sendadiano, ascendemos por la calle principal que sale a la derecha de la iglesia de San Martín. A la salida del pueblo llegamos a una barrera metálica. La cruzamos y seguimos por un camino predegoso. Dejamos a los pocos metros un camino que desciende por la derecha y seguimos por la pista principal. En pocos minutos llegamos a una bifurcación. Un cairn indica que hay que seguir por la izquierda, es decir sin abandonar la pista más notable.
Al fondo se perfila la esbelta y recortada cumbre de Marinda; a ella nos dirigimos. La pista, de continua pendiente, va dejando a nuestra izquierda el valle de Basabe, planicie que se ubica al pie de la prolongada sierra de Arkamu.
Los pinos silvestres jalonan la pista, que no duda en ascender en dirección a la base de Marinda. Al llegar al collado de Larrintzar seguimos por la pista que no pierde altitud. Llaneamos por el cordal hasta ver a la izquierda del camino una almabrada y una portezuela bajo la picuda ladera de Marinda.
Abandonamos el camino ancho, cruzamos la portezuela y afrontamos decididamente la pendiente. Tras una subida de veinte minutos por un fatigoso sendero llegamos a la cumbre.
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