sábado, 25 de junio de 2011

Las gargantas de Kakueta

Kakueta es la magnífica garganta del pirineo zuberotarra. Mermada en verano, nutrida con las primeras lluvias pero especialmente con el deshielo o en aguaceros espontáneos, la cascada de Kakueta ofrece uno de los más hermosos parajes del Pirineo vasco. Cuando se recorren las rutas que concluyen en el extremo de Santa Grazi se descubren progresivamente panorámicas excepcionales entre verdes intensos ymontañas teñidas de blanco por las nieves. Una mancha de agua se presenta al viajero en el lago represado ante el pequeño circo de Bentia, cuenca hermosa bajo la garganta que abre a la vista su boca de caliza.
Luego, es obligatorio el paso por taquilla pero más allá se cruzará un puente sobre el arroyo y a continuación el camino se hace sendero tallado que sube y baja metiéndose en las sombras, en la frescura de un río que baja limpísimo. A derecha e izquierda las paredes se levantan imponentes hasta el contraluz del cielo, forradas de musgos, de verdes coberturas herbosas y rematadas por recios árboles en sus cortados. En su paso más estrecho la garganta no tiene más que cinco metros de anchura y sus paredes se elevan cerca de trescientos metros.
El paso junto al río está ahora habilitado con seguras pasarelas, puentes y barandillas, reconstruidas necesariamente después de las violentas crecidas que arrastraron todas las instalaciones en el año 1992.
Tras una andadura de algo más de media hora se alcanza la cascada de Kakueta, un enorme chorro de agua que aflora desde la pared vomitando gran cantidad de agua. Y un poco más arriba, desde una gruta, aflora otro arroyo entre las piedras. La garganta aún trepa más arriba entre vegetación exuberante, pero ese ya es terreno vetado para expertos.
El río Uhaitza tiene en la cascada de Kakueta una de sus principales fuentes pero no se conocen con toda seguridad los orígenes de estas aguas, que sólo han podido seguirse durante 500 metros a través de las galerías.

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