La primera dedicación de los habitantes del núcleo de Zumaia fue la agricultura, pero la población nació también con vocación portuaria, naval e industrial. La construcción de barcos ha sido muy importante en las riberas del Urola probablemente desde la fundación de la villa y a lo largo de toda su historia. Así, por ejemplo, durante los siglos XVI y XVII, Zumaia se situaba entre los centros de construcción naval más importantes de Gipuzkoa. Zumaia fue también uno de los puertos principales de la provincia en el tráfico de mercancías hasta hace varias décadas, con especial mención al hierro y al cemento que producían las ferrerías y fábricas situadas aguas arriba.
El recorrido que a continuación se propone (de 6,8 kilómetros) es el más sencillo y relajado que ofrece Zumaia. El paseo completo por la ría del Urola hasta su desembocadura discurre por la que antaño fue su principal zona de actividad de construcción naval. En un primer tramo se recorren los espacios que ocupaba el antiguo puerto de Zumaia, los ensanches ganados al cauce del Urola y su estuario, y el nuevo espigón o dique rompeolas. Una vez concluida esta parte se continúa por el otro lado de la ría, y se bordean los astilleros, el puerto deportivo, las marismas remanentes junto al museo Zuloaga y la antigua barra, hasta que finalmente se llega a la escollera. El recorrido se puede hacer completo de ida y vuelta, si bien, en los meses de verano es posible aprovechar el servicio de motora que une el muelle Txomin Agirre con la playa de Santiago, y hacer así un circuito combinado muy atractivo
El recorrido que a continuación se propone (de 6,8 kilómetros) es el más sencillo y relajado que ofrece Zumaia. El paseo completo por la ría del Urola hasta su desembocadura discurre por la que antaño fue su principal zona de actividad de construcción naval. En un primer tramo se recorren los espacios que ocupaba el antiguo puerto de Zumaia, los ensanches ganados al cauce del Urola y su estuario, y el nuevo espigón o dique rompeolas. Una vez concluida esta parte se continúa por el otro lado de la ría, y se bordean los astilleros, el puerto deportivo, las marismas remanentes junto al museo Zuloaga y la antigua barra, hasta que finalmente se llega a la escollera. El recorrido se puede hacer completo de ida y vuelta, si bien, en los meses de verano es posible aprovechar el servicio de motora que une el muelle Txomin Agirre con la playa de Santiago, y hacer así un circuito combinado muy atractivo
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