La subida ha sido la clásica, desde Urkiola. En poco más de hora y media hemos alcanzado el buzón; prácticamente el mismo tiempo que hemos permanecido en la cumbre sacando fotos y disfrutando de las impresionantes panorámicas.
Una jornada para recordar, ahora que se avecina el invierno y los sábados como éste se van a contar con los dedos de una mano. de cualquier manera, nunca está de más llevar una 'prenda' para cubrirse (aunque sea la cabeza).
1 comentario:
La verdad el sábado pasado fue la caña, una gozada de dia de otoño. Y el Anboto es un montañon precioso.
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