domingo, 7 de diciembre de 2008

Kripan, a la sombra de la Sierra

Hay algo saludable en Kripan, bien por la amplitud de los espacios que se abren hacia los viñedos, bien por la protectora presencia de la Sierra de Cantabria, que ejerce de telón de fondo en toda la comarca de la Rioja Alavesa.
La duda que queda al viajero cuando se adentra en las calles de esta pequeña aldea de menos de 200 vecinos es cómo diablos se lo montaron para que 15.000 personas entraran en la fiesta de la vendimia este 2008. El tercer municipio menos poblado de Álava no oculta grandes sorpresas para el visitante, salvo las magníficas vistas y el recuerdo de una memoria milenaria. acaso, su extraño nombre, de origen incierto, o la sensacióin de que su iglesia son dos, pues la nueva, San Juan Bautista, creció apoyada en la torre y alguna pared de su predecesora, datada del siglo XII.
La aldea es rica, sin embargo, en pasado, pues una vía romana discurre por su término municipal y se han detectado dólmenes como el de Los LLanos, un resto más de los que abundan en la comarca. A los vecinos les gustan más sus riquezas ocultas, como la ermita de San Tirso, excavada en una roca que parece un peñón desgajado de la sierra, o la zona recreativa del Nacedero, donde confluyen los bosques de robles y hayas y al que se llega tras media hora de paseo.

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