viernes, 11 de febrero de 2011

Caminos en el bosque de Irati

Viajamos al pie del Pirineo, en la localidad de Orbaitzeta, sin llegar a su vieja fábrica de municiones para buscar, a un kilómetro aproximadamente desde la localidad, el desvío que por la derecha lleva al barrio y albergue de Mendilatz, continuando más allá en busca del embalse de Irabia. Seguimos el cauce remansado del río Irati y pronto podremos optar por seguir la ruta hasta las inmediaciones de la presa del embalse o proseguir al costado del río, para tomar el sendero balizado que, siguiéndolo, recorre todo el barranco fluvial para acercarse a la presa.
Si se opta por seguir la ruta, se alcanzará pronto el área recreativa que abre paso al mundo de los bosques. Allí, el asfalto viaja en un abrigo forestal de alto valor paisajístico, alcanza entre praderas y bosques el collado de Orion y desciende a continuación hasta alcanzar sobre la presa los estacionamientos obligatorios, donde echar pie a tierra se hace obligado. La pista prosigue en adelante circundando el embalse de Irabia, sin desniveles y acompañada siempre por el mejor de los bosques imaginables.
La historia nos recuerda que Irabia se construyó a principios del siglo XX, en el año 1922, para regular el cauce del río y favorecer así el descenso de las almadías liberando el agua almacenada para facilitar su navegación. Solo una veintena de años más tarde el embalse fue ampliado para alimentar las centrales que suministraron electricidad al ferrocarril que unió Iruña con Sangüesa-Zangoza y Aoiz-Agoitz.
El pantano se alimenta de las aguas que suministran las regatas Urtxuria, Urbeltz y Eguergoa, que dan luego nombre al Irati, río importante apresado luego en el embalse de Itoiz para servir a los regadíos y destinar el agua que queda libre en el cauce natural a alimentar el cauce del Aragón, y aquel el del Ebro.
La ruta que rodea el embalse tiene una alternativa, que supone cruzar la presa para tomar un sendero que recorre la orilla opuesta y, cruzando el paso de Antxorena, unir su cola a través del puente que lleva a la Casa Forestal de Irati a lo largo de cuatro kilómetros, aproximadamente.
En uno u otro lugar, a uno y otro lado, estaremos caminando en elmayor bosque natural de Europa, donde en más de seis mil hectáreas de hayedo-abetal se esconden algunos de los rincones más sobresalientes de la naturaleza de Euskal Herria.

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