Es la majada de Harpea, un pequeño paraíso entre las praderías de altura que se someten al viento sobre los barrancos del río Errobi. Harpea es la gruta y también la majada, es un singularísimo plegamiento natural y es el refugio para el ganado oculto a los pies de la montaña de Errozate,un templo para los hombres del paleolítico allí donde las primeras aguas del Errobi conforman un mínimo cauce transparente.
La pequeña ruta de pastores que desde Beherobia se encarama hasta el collado de Organbide parece obligada a escalar la montaña a juzgar por sus repechos. Cuando esta ha alcanzado Esterenzubi viene acompañada por el río, que pronto termina por quedar en el fondo de un barranco que se hace especialmente estrecho cuando se ha llegado aBeherobia. Esta aldea ha tenido que apartar su iglesia sobre los tejados a falta de más espacio, y cauce arriba apenas unas praderas pueden aprovechan las riberas de un Errobi de aguas todavía escasas.Trepando así entre zig zags y hayedos se alcanza el rellano de Organbide. Habremos dejado marchar por la derecha la ruta que prolonga el itinerario hacia el pie de Urkulu y sabremos que estamos en Organbide cuando veamos la singular cabaña metálica situada en el collado. Al otro lado de la ruta aún permanecen algunas de las losas de un viejo dolmen. Al frente se arrumba a Orbaizeta, a la izquierda hacia la majada de Harpea.
Desde el collado, la pista lleva pasando primero sobreunaborda y alcanzaunamoderna majada pastoril junto al extremo del asfalto. Un sendero lo prolonga y por él se alcanza en poco tiempo Harpea. La borda pastoril está solitaria en otoño e invierno pero se llena de vida cada primavera desde que el pastor trae su rebaño a las montañas.
La pequeña ruta de pastores que desde Beherobia se encarama hasta el collado de Organbide parece obligada a escalar la montaña a juzgar por sus repechos. Cuando esta ha alcanzado Esterenzubi viene acompañada por el río, que pronto termina por quedar en el fondo de un barranco que se hace especialmente estrecho cuando se ha llegado aBeherobia. Esta aldea ha tenido que apartar su iglesia sobre los tejados a falta de más espacio, y cauce arriba apenas unas praderas pueden aprovechan las riberas de un Errobi de aguas todavía escasas.Trepando así entre zig zags y hayedos se alcanza el rellano de Organbide. Habremos dejado marchar por la derecha la ruta que prolonga el itinerario hacia el pie de Urkulu y sabremos que estamos en Organbide cuando veamos la singular cabaña metálica situada en el collado. Al otro lado de la ruta aún permanecen algunas de las losas de un viejo dolmen. Al frente se arrumba a Orbaizeta, a la izquierda hacia la majada de Harpea.
Desde el collado, la pista lleva pasando primero sobreunaborda y alcanzaunamoderna majada pastoril junto al extremo del asfalto. Un sendero lo prolonga y por él se alcanza en poco tiempo Harpea. La borda pastoril está solitaria en otoño e invierno pero se llena de vida cada primavera desde que el pastor trae su rebaño a las montañas.
La txabola es rústica pero bien cuidada; frente a ella,uncurioso plegamiento del relieve rocoso ha quedado vaciado y forma una cavidad natural que ofrece un refugio ideal al ganado y también a los vencejos que anidan en su cornisa. El arroyo corre en medio entre la txabola y la caverna, junto a un curioso redil amurallado y enlosado en el que el pastor de Harpea ordeña cada mañana sus ovejas.
Aguas arriba, el bosque de Orion deja en la ladera susúltimas hayas frente a las laderas empinadas que llevan hasta el collado de Errozate. Aquel es también un buen punto panorámico que puede alcanzarse en una corta pero empinada subida desde Harpea. Desde la txabola un sendero desciende para cruzar el arroyo y continúa por el flanco derecho de la ladera al encuentro del barranco que llega directo desde el collado. El sendero se encuentra allí con elGRbalizado que viene desde Esterenzubi y trepa en pequeños zig-zags, a menudo muy resbaladizos, almismovértice del curso de las primeras aguas que dan nacimiento al Errobi.
Cuando se alcanza el collado de Errozate se podrá identificar el mojón de una frontera sinmucho sentido porque al norte y al sur todo es naturaleza llena de horizontes.
Aguas arriba, el bosque de Orion deja en la ladera susúltimas hayas frente a las laderas empinadas que llevan hasta el collado de Errozate. Aquel es también un buen punto panorámico que puede alcanzarse en una corta pero empinada subida desde Harpea. Desde la txabola un sendero desciende para cruzar el arroyo y continúa por el flanco derecho de la ladera al encuentro del barranco que llega directo desde el collado. El sendero se encuentra allí con elGRbalizado que viene desde Esterenzubi y trepa en pequeños zig-zags, a menudo muy resbaladizos, almismovértice del curso de las primeras aguas que dan nacimiento al Errobi.
Cuando se alcanza el collado de Errozate se podrá identificar el mojón de una frontera sinmucho sentido porque al norte y al sur todo es naturaleza llena de horizontes.
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