El Anboto, además de ser una de las cumbres más populares y emblemáticas de la montaña vasca, ofrece los mayores desniveles que se pueden salvar en un monte vizcaíno. Desde Arrazola, supera los mil metros de altura en apenas cuatro kilómetros de recorrido, lo que convierte esta ruta en una de las más vertiginosas de la montaña vasca. Tanto que es el escenario de la prueba Kilómetro Vertical, una modalidad que se ha popularizado en los últimos años y que consiste exactamente en eso: en salvar mil metros de desnivel en el menor tiempo posible. Este año se disputará en octubre. La ruta empleada discurre por el corredor Anboto Sakona de la cara norte, una amplia canal de fuerte pendiente aunque sin dificultad técnica alguna que desemboca en la cresta cimera. Partimos de Arrazola y subimos calle arriba hasta el caserío Iturriza. Allí seguimos el desvío a la derecha hasta el caserío Atxekoa, bajo la cara noreste. Detrás de la casona, un camino carretil que abandonamos tras cruzar una compuerta para remontar la ladera por un atajo que más arriba vuelve a la pista. En la siguiente bifurcación hay que seguir por la izquierda y luego a la derecha para coger enseguida un sendero a la izquierda, por el que no tardamos en salir a terreno abierto justo bajo el espolón de Frailia. La senda bordea la mole rocosa y alcanza la campa de Zabaleta. Es el último descanso que nos ofrece la ruta. A partir de aquí nos adentramos de lleno en el corredor Anboto Sakona. El sendero, a veces difuso, asciende sin descanso. Pronto deja atrás la evidente canal por la que se accede a la arista de Frailia y sigue subiendo hasta adentrarse en terreno rocoso por el que se aúpa al citado cresterío. Y por ella hasta la cumbre. Para el descenso completaremos la travesía de la montaña bajando por la no menos vertiginosa cara sur. Desde la cima, descendemos hacia la izquierda mirando al collado Zabalandi y buscando el sendero balizado (marcas rojas y blancas) que nos bajará por la aparentemente infranqueable pared sur. Ya por terreno herboso, no es necesario llegar a Zabalandi. Bordeamos un espolón rocoso y bajo el mismo giramos a la izquierda para coger un sendero que, tras pasar por una zona de hayas abatidas, desciende bajo la cara este del Anboto. La ruta nos permite ver el curioso Ojo de Eskillar y, tras cruzar un pequeño collado, pasa a la vertiente noreste, por la que desciende al caserío Atxekoa y de allí a Arrazola.
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